miércoles, 25 de diciembre de 2019

Navidad 2019, la 5ª

5 navidades después


La palabra oculta

El sentido de la palabra

es difícil para el ser "humano" distinguir el verdadero significado de la palabra tanto oral como escrita, de hay que se diga muchas veces que donde pone digo en ocasiones pone diego practica habitual de los políticos y "personas" similares del mundo del poder.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Hipocresía de los buenos modales

Hipocresía de los buenos modales

A fecha de  hoy, 09/03/2016

Escenas de (Por esos “caminos”) Me encuentro como siempre, Recordando, como no,  algunas recopilaciones de escenas sobre las singladuras escritas y relatadas en las;

(Memorias de un “caminante”)

 Del cual como pueden suponer bien puedo ser yo. Hoy toca una muy singular y demasiado significativa, se trata de….
   La falsedad de la educación y la compostura de un ser humano, a la cual la voy a llamar como he dicho antes en el título de esta escena:

Hipocresía de los buenos modales:

De ello, de ahí, de esa hipocresía, es de donde nace esta pequeña historia y consideración hacia la definición de ciertas palabras y su pronunciamiento popular en el recorrer de cualquier “camino”, de los que es habitual, que cualquier ser humano que cada día lo transite. Y donde los, “caminantes” se paran a charlar entre ellos.
  Es cuando descansan a la orilla de ese “camino”. Cuando entre ellos se cruzan impresiones sobre algún que otro acontecimiento de los  más recientes, o no, pero todos de muy distinto tema y calado.
  El tema más habitual suele ser el suceso o noticia más reciente y sobre todo, del comportamiento habitual del protagonista del caso o del suceso. Depende del tema de la noticia enseguida se le bautiza.



El meollo de: La hipocresía y de los buenos modales

Generalmente, es fácil que los buenos modales cuando se trata de medios públicos; los tertulianos miden sus palabras, sus modales, de todos es sabido que la educación no está reñida con la forma de relatar un hecho. Esto impide a los “caminantes” o tertulianos a medir mucho las palabras con las que bautizar al beneficiario o al titular de los hechos acaecidos, con un nombre propio que no sea molesto ni supuestamente delictivo, de ahí sacan siempre el tal supuesto o supuestamente autor de los hechos, cuando lo han cogido con las manos en la masa, como se suele decir infraganti.
   Colocarle un adjetivo o definición a este tipo de autores, en la calle tiene un nombre, el cual los buenos modales impiden subir de tono, un tono o nombre insultante, de los que el diccionario dispone. 
Por el contrario todo cambia, cuando se sale al “camino” y sin saber, el cómo y el por qué; cuando los “caminantes” se refieren en sus conversaciones a los autores de casos concretos, todos ellos bien acreditados, se observa que ese vocabulario de buenos modales suele desaparecer y da pie a un vocabulario real de ese “camino” el cual solo refleja la realidad del comportamiento humano, que no social.
   Este vocabulario, el que parece que es tabú y el cual no se puede decir públicamente en horario escolar. Según los educadores, para no herir la sensibilidad de los niños, es verdad que la infancia de forma  natural suele recoger todo lo que escucha con mucha atención.
   También es cierto, que la infancia cuando llegan a mayores no sabe lo que ciertas palabras significan realmente y cuál es el motivo real.
   Entonces suelen yo por lo menos me lo pregunto: estas definiciones supuestamente vejatorias, ofensivas, insultantes, son en realidad.

 Una profesión o un insulto, el que cría o cultiva fruta se le denomina hortelano, el que la roba suele ser un HIJOPUTA o piropo parecido y más si se trata de un peral del que esperas sus primeras peras.